12 Marzo 2024 | En: Historias desde el territorio
Yonicer Jair Herrera viene de Tarazá y nos muestra el corazón. En cinco años quiere ser profesor de cátedra, tener un trabajo estable como profesional, viajar por el mundo y seguir rodeado de amor.
"Soy un explorador, lo que más me gusta hacer en la vida es conocer nuevos lugares, gente diferente, aprender cosas que antes no sabía", dice Yonicer Herrera Rojo, estudiante de último semestre de Gestión Catastral y Agrimensura en la IU Digital de Antioquia.
Tanto le interesa conocer nuevos entornos a este joven de Tarazá, que a los 17 años no lo pensó dos veces y se fue de voluntario a Pasto, Nariño, a casi 800 kilómetros de su casa. "Trabajé en una fundación que atendía personas en situación de calle, fue una experiencia enriquecedora, en Pasto cumplí los 18 años y saqué mi cédula. Pasé siete años en esa tierra y aprendí demasiado, pero yo tengo la visión de ser profesor de cátedra, tener un trabajo, hacerme profesional, entonces regresé a Tarazá".
Yonicer recuerda que cuando finalizó el grado 11o tenía apenas 16 años pero estaba decidido a estudiar. "En el 2014 hice una técnica de un año y medio en sistemas, convencido de que podría encontrar trabajo rápidamente, pero la realidad fue muy distinta. Entonces tuve que buscar trabajo en un cultivo de flores y luego pasé siete años de voluntariado en Pasto. Al regresar al pueblo me enteré de que había una universidad digital, que yo podía seguir viviendo en el pueblo y estudiar por internet, que había becas de apoyo y que las carreras que ofrecían me interesaban. Empecé a hacer los trámites para inscribirme creo que es la decisión más importante de mi vida".
A punto de finalizar el último semestre de su carrera, este joven hace parte de un semillero de investigación, es uno de los líderes de la Mesa Diversa de la IU Digital de Antioquia y desde ya prepara baterías para hacer una especialización. Todo es posible, dice, gracias a su familia. "Lo que más valoro es que mis padres siempre han apoyado las decisiones que tomemos los hijos. Soy el menor de cuatro, mi familia me cuida mucho, soy la ñaña de la casa, pero cada uno tiene su libertad y su independencia. Nos apoyamos moral, afectiva o económicamente, así tengamos pocos recursos".
"De los 33.000 habitantes que tiene Tarazá, yo creo que soy el único que conoce Pasto, allí trabajé con adultos mayores abandonados" Yonicer Jair Herrera.
