La Dirección Financiera está encargada de planificar, ejecutar y analizar las finanzas, en otras palabras, el intercambio de capital. El objetivo de este departamento es analizar la situación de la empresa para ayudar tanto a la dirección como al resto de áreas a tomar decisiones.
En este sentido, la Dirección Financiera enfoca su gestión en cuatro ejes principales:
Es el eje de la Dirección Financiera encargado de velar por la liquidez de la Universidad y por la adecuada administración de los recursos (esto es, los recursos para su operación en el corto plazo). En otras palabras, la tesorería comprende la gestión de cobro y recepción del dinero adeudado por los clientes, así como el pago a los proveedores y acreedores, además de la consecución de créditos de corto plazo, en caso de ser necesario.
A partir de la gestión realizada desde la tesorería, se pueden definir los criterios para la definición de las políticas de crédito a los clientes, a partir de los plazos de pago concedidos por los proveedores. Asimismo, se hace la programación y gestión del flujo de caja, y se identifican los orígenes y la destinación de los recursos económicos.
Bajo este eje, se realizan tres actividades principales: la definición del presupuesto, la evaluación de la ejecución del presupuesto y la estructura óptima de capital.
La contabilidad se encarga del registro y procesamiento de la información de los hechos económicos de la Institución. Bajo este eje, se deben categorizar e identificar todas las operaciones económicas que ocurren en la Institución, dependiendo de la categorización que cada una tiene (si es la generación de una venta, la adquisición de una deuda, la generación de impuestos, etc.).
Se encarga de realizar la gestión de cobro y seguimiento a las cuentas por cobrar de la Institución, con el fin de lograr el recaudo de los pagos de una forma oportuna y efectiva. Sus funciones principales son: